En el Mundial del 82 celebrado en España (ahí vemos a Naranjito, la mascota de nuestro mundial), tuvo lugar una de las más curiosas, insólitas y rocambolescas anécdotas de la historia de los mundiales.
Francia ganaba 3-1 a Kuwait en el Estadio José Zorrilla de Valladolid, hasta que en el minuto 35 de la segunda parte, se oyó un pitido misterioso seguido del cuarto gol francés tras la paralizada defensa Kuwatí. El hermano del Hemir de Kuwait (que además era el presidente de la Federación de Fútbol), Fahad Al-Ahmad Al-Yabar ordenó a sus jugadores abandonar el terreno de juego bajando al campo, para denunciar lo que él creía por justo, o mejor dicho para liberar la picada que tenía por el abuso de la Francia de Platini y compañia a su selección. La guardia civil española no hizo nada para detenerlo y el árbitro sovietico Miroslav Stupard ni corto ni perezoso, anuló el tanto fracés que minutos antes había concedido.
Los jugadores Franceses (incrédulos) fueron entonces los que abandonaron el campo, pero volvieron para marcar el 4-1 (esta vez sin problemas) convencidos previamente por su seleccionador Hidalgo.
Las "malas lenguas" dicen que el Jeque llevaba un sable arabé bajo su atuendo... como pa' no anularlo.
El árbitro fue sancionado de por vida y el Jeque Fahad murió en la guerra del Golfo.
Ésta situación me recuerda las escenas vividas cuando eres un niño y juegabas una pachanga, y el dueño del balón decía lo que vale y lo que no, o de lo contrario se llevaba el balón. Hay que 'joderse'.
3 comentarios:
Fue una de las imágenes más recordadas del mundial de España. Menos mal que Francia ganaba con claridad, si hubiera ido perdiendo o empatando, el escándalo habría sido mayúsculo.
La verdad es que si.. eso junto con el tongo entre Alemania y Austria para dejar fuera Argelia fue de los más bochornoso de la historia
vaya pedo que lleva rodrigo
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