Hoy quizás nadie se acuerde de su nombre, ni de quién era, ni tan siquiera de lo que hizo. Se llama Claudio Gentile. Era un defensa pegajoso, leñero, perseverante... una extensión de la sombra del delantero al que marcaba.
En el Mundial de España '82, italianos y argentinos se vieron las caras y a Gentile le tocó 'encargarse' de Maradona y vaya si lo hizo. Antes de que el reloj llevara transcurridos 60 segundos ya tenía la tarjeta amarilla que marcaba su territorio.
En los 89 minutos restantes hizo 22 faltas más, la mayor parte a Diego Armando Maradona que acabo el partido con una talla más de camiseta, las muñecas abiertas y las rodillas magulladas de los viajes que le propinaba el marcador italiano.
Italia ganó 1-2, y en el segundo partido de Italia se repitió la historia con Brasil.
Después de ese Mundial la FIFA cambió el reglamento para que se penalizaran con amarilla los agarrones, las entradas por detrás y la reiteración de faltas.
A día de hoy, Gentile es el seleccionador sub-21 de Italia... catenaccio a la vista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario